
La crisis interna en La Libertad Avanza Salta sumó un nuevo capítulo tras la filtración de audios del concejal Pablo López, denunciado por una militante del espacio por presunta extorsión sexual. El escándalo no solo impacta por la gravedad de los hechos, sino también por las acusaciones cruzadas que dejaron al descubierto una feroz interna partidaria.
La defensa de López, encabezada por el abogado José Fernando Teseyra, sostuvo que se trata de una operación política interna destinada a desplazarlo. Según sus palabras, “gente de su propio partido lo venía hostigando” en el marco de una disputa por espacios de poder.
Las sospechas apuntan a las figuras más relevantes del espacio libertario en la provincia: el empresario Alfredo Olmedo y la diputada nacional Emilia Orozco. La versión que circula indica que ambos habrían conocido con antelación la existencia de las denuncias, pero mantuvieron un “pacto de silencio” que se rompió en el momento en que López comenzó a exhibir intenciones de competir por una banca en el Congreso Nacional.
La difusión de los audios coincide con el momento en que el edil manifestaba abiertamente su intención de escalar posiciones y disputar espacios que hoy están bajo el control del olmedismo. Esta sincronía refuerza la hipótesis de una maniobra deliberada para frenar su avance.
Desde su ingreso al partido, proveniente del PRO, López fue observado con desconfianza por los sectores más duros de La Libertad Avanza. Su rápida exposición, sus aspiraciones y su viraje ideológico nunca terminaron de ser aceptados por los “libertarios de la primera hora”, quienes ahora lo señalan como un elemento disruptivo.
El escándalo deja al descubierto no solo las tensiones internas del espacio, sino también un posible “modus operandi” en el que se combina el purismo ideológico con estrategias de eliminación política.
La gran incógnita que persiste es si Olmedo y Orozco simplemente permitieron que el caso siguiera su curso o si, por el contrario, decidieron intervenir para neutralizar a un dirigente que había dejado de ser funcional. Mientras tanto, La Libertad Avanza enfrenta una crisis de legitimidad que amenaza con fracturar su estructura provincial.
