Jujuy tiene rincones mágicos en cada una de sus regiones. Conocé este pueblo escondido que enamora a sus visitantes.

En el vasto paisaje de la Puna de Jujuy se encuentra Cochinoca, un pintoresco y antiguo pueblo que invita a los viajeros a desconectarse del bullicio urbano y sumergirse en la serenidad de la historia y la naturaleza.
Fundado en 1602, este rincón de Jujuy fue inicialmente pensado para ser una capital minera durante la época colonial. Sin embargo, la disminución de la actividad minera y el trazado del ferrocarril por Abra Pampa lo relegaron a un segundo plano, preservando así su encanto inalterado.

El nombre Cochinoca proviene del quechua y significa «lugar donde hay buenas papas, que maduran temprano». El pueblo se erige sobre un reconocido sitio arqueológico pre-hispánico, habitado antiguamente por las comunidades originarias de los Casabindos.
Su rica historia minera aún se refleja en los yacimientos de bórax, sal, cal y yeso que rodean la región, aunque la flora y fauna son escasas debido a las condiciones climáticas extremas.
Cómo llegar a Cochinoca
La travesía hacia Cochinoca es una experiencia en sí misma. Desde San Salvador de Jujuy, se toma la Ruta 9 hasta Abra Pampa (211 km), y desde allí, la Ruta Provincial 71 (de ripio) conduce directamente al pueblo, situado a 35 km.
En total, el viaje es de 235 km desde la capital jujeña, a 25 km de Abra Pampa. El trayecto ofrece vistas impresionantes de una altiplanicie que supera los 3.000 metros sobre el nivel del mar, rodeada de cumbres que alcanzan los 5.000 metros.

Qué hacer en Cochinoca
Un paseo por Cochinoca es la mejor manera de descubrir su combinación única de costumbres ancestrales y patrimonio cultural e histórico en un entorno natural inigualable. La iglesia del pueblo alberga un valioso patrimonio del arte sacro barroco del siglo XVII, un testimonio de su esplendor colonial bajo la sombra del Marqués de Tojo. Además, se pueden admirar las obras de Hermógenes Cayo, el hijo más ilustre del pueblo.
Cada 24 de junio, el pueblo se viste de fiesta para honrar a su santo patrono, San Juan Bautista. Durante dos días, Cochinoca se llena de vida con festividades religiosas, culturales y sociales que culminan en la tradicional «quema de pecados» a la medianoche frente a la iglesia. En esta ceremonia, los valientes, incluyendo niños y adolescentes, pasan descalzos sobre brasas ardientes al grito de «¡que viva San Juan!».

Una escapada relajante
Para aquellos en busca de una escapada relajante, Cochinoca ofrece un refugio perfecto. Sus paisajes imponentes y su tranquilidad, combinados con una rica herencia cultural, hacen de este pueblo un destino imperdible en el corazón de Jujuy. Ya sea para explorar su historia, disfrutar de la paz del altiplano o participar en sus festividades únicas, promete una experiencia auténtica y rejuvenecedora.
Cómo es Cochinoca
Cochinoca fue habitada originalmente por pueblos indígenas como los casabindos y cochinocas. Luego fue fundada como pueblo en el siglo XVII, llegando a tener entre 600 y 800 habitantes a fines de ese siglo. Población actual: Actualmente, Cochinoca tiene una población reducida, con solo 75 habitantes en el pueblo homónimo
Fuente. Todo Jujuy