
En un despliegue sanitario sin precedentes, el Gobierno de la Provincia de Salta, a través del Ministerio de Salud Pública, coordinó el traslado de un adolescente de 13 años en estado crítico desde el Hospital Materno Infantil hacia el Hospital Garrahan en Buenos Aires. El paciente, sin cobertura social, padece una arritmia refractaria severa y debió ser conectado a un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), un dispositivo que reemplaza temporalmente las funciones del corazón y los pulmones.
El operativo, considerado inédito por su complejidad, involucró a más de 50 profesionales de distintas áreas médicas y requirió cuatro vuelos sanitarios. Un equipo interdisciplinario del Garrahan viajó especialmente a Salta con todo el equipamiento necesario para la instalación del ECMO, algo nunca realizado antes a tanta distancia de la Ciudad de Buenos Aires.

La logística incluyó la revisión de quirófanos, ascensores, laboratorios y hemoterapia del HPMI, garantizando que cada detalle estuviera listo para la intervención. “Fue necesaria una coordinación minuciosa, con equipos de cardiología, anestesia, terapia intensiva y diagnóstico por imágenes trabajando en simultáneo”, explicó la doctora Gloria Méndez, jefa de Terapia Intensiva Pediátrica del hospital salteño.
El paciente, previamente sano, había ingresado días atrás con vómitos y taquicardia. Pese a los intentos farmacológicos, su cuadro evolucionó a fallas cardíacas recurrentes y paros cardiorrespiratorios. Los médicos lograron estabilizarlo para la conexión al ECMO, que le permitirá sostener sus funciones vitales mientras se define si será necesario un trasplante cardíaco.
La operación aérea también incluyó el traslado de sus padres a Buenos Aires y la asistencia social del Ministerio de Salud para cubrir subsidios y prestaciones. “No tenemos antecedentes de un procedimiento similar en los últimos 20 años”, destacó Fabián Argüello, coordinador de Asistencia y Gestión al Paciente.
Este caso marca un hito en la cooperación entre hospitales públicos y evidencia la capacidad del sistema sanitario salteño para afrontar emergencias de máxima complejidad.

