
El Vaticano confirmó que el próximo 7 de mayo dará inicio el cónclave que elegirá al nuevo Papa, quien sucederá al recientemente fallecido Francisco, el primer pontífice latinoamericano, despedido el sábado en una ceremonia que congregó a 400.000 personas y a líderes de todo el mundo.
Los 135 cardenales con derecho a voto —todos menores de 80 años, de los cuales un 80% fue nombrado por Francisco— fueron convocados a Roma. Sin embargo, al menos dos de ellos no participarán por cuestiones de salud, y otro estaría impedido por decisión del propio pontífice fallecido.
El proceso de elección, que se celebrará a puerta cerrada en la Capilla Sixtina, contempla hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Se necesitará una mayoría de dos tercios para proclamar al nuevo Papa. Si tras 30 votaciones no hay consenso, el nombramiento se decidirá por mayoría simple.
La señal tradicional de humo indicará el resultado: humo blanco anunciará que el nuevo Papa ha sido elegido; humo negro que aún no hay acuerdo.
La sucesión de Francisco genera expectativas y temores. Muchos fieles desean un pontífice que continúe el legado de apertura social y de lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia. “Nuestro deseo es encontrar a alguien que se parezca a Francisco”, expresó el cardenal argentino Ángel Sixto Rossi. Otros purpurados, como el italiano Giuseppe Versaldi, advirtieron sobre la necesidad de «continuidad pero también de avance».
El cardenal español José Cobo anticipó que el cónclave «no será nada predecible», recordando el espíritu de sorpresa que caracterizó el papado de Francisco. Mientras tanto, el cardenal Cristóbal López Romero recordó que para muchos cardenales será su primer cónclave y llamó a no dejarse llevar por las imágenes cinematográficas popularizadas recientemente por la película «Cónclave», ganadora del Óscar.
En un contexto de divisiones internas y tensiones ideológicas, algunos nombres ya suenan como posibles sucesores. El italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado, figura entre los favoritos, seguido por el filipino Luis Antonio Tagle, el ghanés Peter Turkson y el italiano Matteo Zuppi, según estimaciones de casas de apuestas británicas.
La elección del nuevo líder espiritual de los 1.400 millones de católicos llega en un momento de desafíos globales y de necesidad de unidad dentro de la Iglesia.

